viernes, 26 de marzo de 2010

Negro



Acabo de entrar por la puerta, ya ven qué horitas (tres y pico de la mañana) pero lo cierto es que hacía bastantes días que no pasaba un poco de tiempo de calidad con una amiga. Es bonito que te salgan proyectos ilusionantes, es maravilloso entregarse a actividades que le llenan a uno pero hay que tener cuidado porque en el mundo de las "ideas" uno pierde contacto con el mundo, el tiempo entra como en un agujero negro en el que las horas se consumen a una velocidad de vértigo, y al final descuidas a la gente que te importa.
Hemos ido al cine a ver "El escritor", otra mala traducción "made in Spain" de "The ghost rider" que habría que haber titulado, sin más miramientos "El negro" Para los que no conozcan el mundillo literario, decir que un negro es esa persona que escribe libros que luego otros firman. Si a Mercedes Milá la movieran intereses realmente periodísticos, supongo que intentaría cerrar una entrevista con esa persona sin la cual Ana Rosa Quintana habría tenido que quitarse, realmente, alguna hora de sueño para compaginar la "escritura" de su libro con su actividad televisiva pero, bueno, supongo que desde que es más "socióloga" que otra cosa, la información no está ya entre sus prioridades.
Dice Ewan Mc Gregor que la película que protagoniza no es una venganza de Polanski contra los gobiernos de Gran Bretaña y los Estados Unidos, argumento que se ha esgrimido ahora que el director se encuentra cumpliendo arresto domiciliario en su casa de Suiza (no pudo asistir a la Berlinale donde se hizo con el oso de plata a la mejor dirección), y puede que no lo fuera en un principio pero la vida ha querido que lo parezca ahora que se enfrenta a las consecuencias de su supuesta violación en 1977 de la menor de 17 años, Samantha Geimer. Curiosamente el arresto se produjo en el aeropuerto de Kloten, cuando iba a impartir una clase magistral previa a la entrega de un premio en el festival de cine de Zúrich.
La película, con guión de Robert Harris, recuerda en momentos a Hitchcock y, por no alargarme mucho, diré que me ha encantado no sólo por unas interpretaciones nada equivocas como por su narración. Si queréis que le ponga uno, le puedo poner un pero, y es que en momentos la música me parece fuera de lugar, como si estuviera metida más con la cabeza, porque se supone que procedía, que escuchando realmente la respiración del film. Pero lo que no voy a hacer es privarme del placer de recomendarla. No salía yo con una sensación de película "para todos los públicos" bien hecha (lo que yo entiendo que es para todos los públicos, claro está) desde "La sombra del poder", de Kevin McDonald (interpretada por unos brillantes Russell Crowe y, sí, leen bien... ¡Ben Affleck!) Esta peli es todo lo contrario al truño de "Shutter Island", de Scorsese: Nada pretenciosa (en el mal sentido de la palabra) y efectiva y, sobre todo, no es tramposa ni está llena de mal artificio. Polanski se limita a lo que sabe hacer y, esta vez, lo hace bien.
Tan recomendable como la alternativa que Rosario y yo hemos descubierto al Mc Donald's y que, por nuestro propio bien (no queremos paparazzi), mantendremos en secreto.
Buenas noches. Buenos días/ tardes/ noches... cuando lean.

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