miércoles, 31 de marzo de 2010

Tiger


Después de dos artistas "intrascendentes", como Marta Sánchez y Ricky Martin, estaba pensando en ilustrar la entrada de hoy con otro cantante cortado por ese patrón, como para hacer una terna. Si eres fan no empieces a airarte, que yo siempre defenderé lo complicado que es estar en la carretera, un día tras otro, dándolo todo, y encontrarte con que en tu repertorio no hay un material lo suficientemente sensible para anclarte a la tierra cuando tienes un día malo. A nadie le importa si a miss Sánchez se le ha muerto su hermana o si mr. Martin está acojonado porque en cualquier momento puede salir cualquier actorzucho de tres al cuarto, dispuesto a "enseñar" su bote de mermelada en cualquier programa que tenga el dudoso gusto, y la poca vergüenza, de pagarle por hacer algo así. Cuando el público ruge en la arena, en el escenario no hay sitio para lagrimitas ni numeritos: Se trata de cerrar los ojos, coger aire y un pasito pa'lante, un pasito pa'trás... "Soy yoooo... Ya te lo advertí..."
Mirando mi colección de cds se me ocurrió que no estaría mal hablar un poco de Tom Jones. Y es que resulta que combina lo mejor de los dos anteriores: una gran voz y una gran... (la verdad es que la palabra sensualidad suena unpoco eufemística en este caso) Lejos han quedado los tiempos en los que tuvo que amenazar con dejar la casa de discos si no le dejaban cantar It's not unusual (los directivos habían pensado que sería un buen follow-up para una Nancy Sinatra en racha después de cantarle a sus famosas botas) y la verdad es que, después de miles de kilómetros y de sudar cientos de trajes, su carrera podía haber caído en el olvido hace más de veinte años pero supo coger su último tranvía como nadie: A la vez que en The fresh prince uno de los personajes principales se reconocía fan fatal del Tigre de Gales, se relanza con una versión remozada del Kiss, de Prince. Una vez que empezó a ver aire, giro de tuerca con un gran disco en el que hasta aparece Tori Amos haciendo coros (¡ahí es ná!) y reinvención total con un disco de duetos que... corramos un tupido velo y ni nombremos otros que vinieron después.
Algo hay en lo que callo que al buen lector no se le escapará, seguro... Me acojo a lo que de ahora en adelante llamaré la "cláususla Van Dyke". Navegando, encontré esta foto, que creo que es una joya. Ilustra un tiempo donde la gente se admiraba, y donde uno entendía que el camino para ser mejor pasa por aprender de quien tienes algo que aprender, en vez de por echar mierda a tu alrededor para parecer tú más. La instantánea habla por sí misma. Yo no voy a decir nada más... Por hoy.

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